Mi experiencia en Gemadis fue gratificante
¡No basta con cerrar la regadera!
Gracias a Gemadis aprendí esto último, aprendí que plantar un árbol no es suficiente, que apagar la regadera cuando me lavo el cabello tampoco es suficiente, me enseñaron que debo hacer más, que debo ver a la naturaleza de mi país como mi hogar, mi guardavida, porque al final eso es la naturaleza, nos cuida, nos protege y tristemente no hacemos lo mismo por ella.
Y volviendo al corazón de este escrito, entendí que, si quiero que las personas también comprendan, debo enseñarles, debo compartir mis conocimientos adquiridos y no ser egoísta al respecto.
Muchas personas destruyen nuestros ecosistemas sin siquiera saber que es lo que están haciendo, destruimos nuestros suelos inconscientemente, los mares los afectamos gracias a que apoyamos las industrias del plástico y no nos damos cuenta lo mucho que este está dañando a nuestro planeta, personas en las comarcas tiran sus desechos a los ríos pensando que no tendrá consecuencias y la lista de esta clase de actos dañinos sigue y sigue, pero haciendo retrospectiva nos damos cuenta que en gran parte es debido a que las personas no reciben un educación ambiental adecuada.
Por eso es que creo en la labor de GEMADIS, enseñarle a las personas lo importantes que son las cuencas hidrográficas, que un humedal nos protege, que el plástico está acabando con nosotros, pero sobre todo que nos hagan amar más a nuestra naturaleza y buscar cuidarla y protegerla.
Como estudiante de ingeniería industrial, esto tendrá un gran peso en mi futuro, y prometo que en todos los procesos industriales buscaré la forma más ecológica de desarrollarlos. Sin dudas, seguiría yendo a estos cursos.
Escrito por Nathalie Reyes.
La autora es egresada del Seminario en Educación Ambiental.